La mermelada de naranja es un producto ideal para los amantes de los sabores ácidos. Presenta un sabor muy particular, no muy común, pero muy consumida en Europa.
La mermelada de limón es un producto ideal para los amantes del limón o de los sabores ácidos. Presenta un sabor muy particular, no muy común, pero muy consumida en Europa.
La mermelada de calabaza no es muy común pero es un sabor que no hay que dejar de probar. Es óptima para hacer muffins, tortas o acompañar salames y quesos bien picantes.
La mermelada de higos se caracteriza por ser dulce. Es óptima para untar sobre un pan, acompañar un pedazo de queso picante o sobre unas ricas tostadas.
La mermelada de manzana verde es muy poco común y no suele verse en las góndolas del supermercado.
La mermelada de ciruela se caracteriza por no se tan dulce. Es óptima para untar sobre un pan, acompañar un pedazo de queso picante o sobre unas ricas tostadas.
La mermelada de damasco es una de las más clásicas y fáciles de hacer. Es óptima para untar sobre un pan, sobre una torta o sobre unas ricas tostadas.
La mermelada de cereza es perfecta para los que no son tan duleros. Es óptima para untar sobre un pan, sobre una torta o sobre unas ricas tostadas.
La mermelada de durazno es una de las más clásicas. Es óptima para untar sobre un pan, sobre una torta o sobre unas ricas tostadas.
La mermelada de frutillas es una de las más clásicas a nivel mundial. Es óptima para untar sobre un pan, sobre una torta o sobre unas ricas tostadas.